Elaboración
Esta es la receta que más se parece a las salsas mexicanas que comercializan en los supermercados y que podemos encontrar bajo varias denominaciones: salsa dippas, salsa mexicana de tomate, salsa mexicana roja, salsa para nachos…
Todas las recetas que habíamos probado anteriormente sofreíamos los tomates en una sartén con un poco de aceite y siempre teníamos ese gusto a tomate frito que no es el gusto que encontrábamos en los botes de salsa mexicana para nachos.
La clave para solucionar esto es hacer los tomates al horno, así evitamos el sabor a tomate frito y conseguimos un sabor más cercano al tomate natural.
Otro ingrediente muy importante es el chile jalapeño, que podemos comprarlo fresco y cocinarlo, pero es mucho más cómodo comprar una lata de jalapeños en escabeche que podemos encontrar fácilmente en la zona de comida internacional de nuestro supermercado, los de la marca «La Costeña» son de buena calidad. Así el jugo que contiene la lata nos ayudará a dar ese toque ácido característico de las salsas mexicanas para nachos.
- 1Precalentamos el horno a 200º.
- 2Lavamos los tomates y los ponemos en una bandeja de horno junto con la media cebolla. Echamos el aceite por encima y luego el azúcar en los tomates. Horneamos unos 40 minutos o hasta que la piel del tomate comience a dorarse ligeramente y a despegarse.
- 3Sacamos la bandeja del horno, dejamos enfriar un poco, quitamos la piel de los tomates, con un cuchillo eliminamos la parte superior en la que va el tallo y picamos los tomates en cubos. Retiramos la capa exterior de la cebolla y la picamos muy fina.
- 4Cogemos un jalapeño los partimos a lo largo, quitamos las semillas y los picamos finos. Si queremos más picante podemos usar dos o más jalapeños y si queremos menos con medio nos valdría.
- 5Juntamos todos los ingredientes en un cuenco, echamos una cucharada del jugo de la lata de jalapeños y ponemos a punto de sal. Dejamos enfriar en la nevera.