Elaboración
Los aros o aritos de cebolla son un aperitivo típico de la comida rápida, hacerlos en casa en muy fácil y el resultado es excelente. Para hacer los aros de cebolla hay varias formas, la principal diferencia es el rebozado, pudiendo ser simplemente harina y luego fritos, o con harina y luego huevo, o también podemos rebozarlos en una masa de tempura o una orly; otro método es hacer un empanado, que es la técnica que explicaremos hoy.
Nos gusta dejar reposar los aros de cebolla después de cortados en leche fría, de este modo quedan más suaves y no repiten tanto, además luego la harina se nos queda mejor pegada.
Recomendamos no freir los aros de cebolla a una temperatura demasiado elevada porque si son un poco gruesas las rodajas de cebolla se nos doraría demasiado por fuera el rebozado y por dentro puede quedar algo cruda, lo ideal son es una fritura a 160º. Aunque si optamos por hacer unas rodajas muy finas de cebolla entonces sí que usaremos un aceite muy caliente, a unos 180º-200º.
Nos gusta freír en aceite de oliva suave 0.4, no en virgen extra, sobretodo porque es mucho más económico y luego prácticamente no hay diferencia de sabor. También podemos usar de girasol sin problemas.
- 1Pelamos una cebolla y la cortamos por la mitad. Es importante cortarla de modo que queden los aros visibles para ello no la cortaremos por la base.
- 2Con un cuchillo o una mandolina cortamos rodajas de un centímetro más o menos, aquí como siempre depende del gusto de cada uno. Sacamos los aros con la mano y los dejamos reposar en leche fría durante 20-30 minutos.
- 3Mientras tanto vamos preparando el rebozado. Ponemos harina en un plato, pan rallado en otro y los dos huevos batidos en otro. Es conveniente ser generosos con la cantidad pan rallado para que no nos queden pegotes luego, con lo cual es mejor poner una buena cantidad de pan rallado en una bandeja grande.
- 4Escurrimos los aros de cebolla de la leche y ahora es cuando les ponemos sal. Se puede poner la sal en la harina y el huevo, o también después de freir, pero en este paso es cuando mejor la cogen y así no nos pasamos ni nos quedamos cortos.
- 5Los pasamos primero por harina, luego por huevo y finalmente por el pan rallado. Sacudiendo el exceso en cada paso para que nos quede un empanado fino y uniforme. Ahora podríamos congelar los aros de cebolla para tenerlos a mano cuando quisiéramos.
- 6Ponemos el aceite en una freidora o un cazo y lo calentamos hasta 160º. Se puede comprobar si echamos un poco de pan rallado y salen burbujas pero no se quema el pan rallado en unos segundos, esto querría decir que está demasiado caliente.
- 7Freímos los aros de cebolla hasta que esté dorado el rebozado. Los sacamos y los dejamos sobre papel absorbente.
- 8Acompañamos de kétchup u otra salsa que nos guste.