En Pittsburgh, Pensilvania, está tomando fuerza un proyecto gastronómico, de nombre Conflict Kitchen, que tiene por objetivo maridar gastronomía con conciencia social, ofreciendo a sus clientes platos típicos de países con los que Estados Unidos se encuentra en conflicto.
Para ello cambia la decoración de su fachada, el tipo de gastronomía que se sirve y hasta los envoltorios que acompañan a la comida para llevar (que llevan escrita diversa información sobre el país y el conflicto en cuestión), en función de los más actuales acontecimientos geopolíticos.
Además, todo ello se acompaña de eventos, presentaciones y discusiones que tratan de ampliar el compromiso que el público tiene con la cultura, la política y las cuestiones en juego en el país en cuestión.
El país objetivo en estos momentos es Afghanistan. Anteriormente se han centrado en Corea del Norte, Cuba, Irán y Venezuela; y parece que el próximo otoño tendrán a Palestina como objetivo de concienciación sociocultural.
Grandes ideas que nos enriquecen culturalmente a través de la gastronomía.