Que la compañía de los animales (no humanos) contribuye a aumentar nuestro bienestar personal, es algo que ya nadie pone en duda. Por ejemplo, algunos estudios recientes han sugerido que la relajación que provoca acariciar a gatos, puede ser beneficiosa desde el punto de vista cardiovascular; así como también exponerse al sonido de su ronroneo.
Sin embargo, por diferentes motivos, no siempre es posible mantener uno en casa, ni incluirlo en nuestro vertiginoso y saturado día a día.
Así, con el objetivo de compaginar estas dos realidades, nació, hace ya 16 años!, el primer Cat Café en Taipei, Taiwan, con el nombre de Cat Flower Garden. Una iniciativa que encantó a sus vecinos japoneses y que, de hecho, empezó a atraer un buen número de turistas, tanto japoneses como del propio país. Pero no fue hasta 2004, que se abrió el primer Cat Café en Osaka, Japón.
Pero, ¿qué es exactamente un Cat Café?, pues, como ya os habréis imaginado, se trata de un café temático, en el que se puede observar y jugar con gatos. Los clientes pagan el derecho a entrar, que suele ser por horas; así como la consumición, que se suele cobrar a parte.
Existen diversos tipos de cafés de gatos, algunos especializados en determinadas razas de gatos, o en gatos negros u otros colores, entre otras cosas.
En Japón los cafés de gatos deben obtener una licencia y cumplir con estrictos requerimientos y regulaciones de la Ley de Tratamiento y Protección de Animales.
Los cafés de gatos japoneses cumplen estrictas reglas para asegurar la salud y el bienestar de animales y clientes, en particular asegurándose de que los gatos no sean molestados en exceso o reciban atención no deseada, como la de niños pequeños, o cuando están durmiendo. Muchos cafés de gatos también procuran crear conciencia sobre los problemas que pasan los gatos, como el abandono y el maltrato.
Si después de leer todo esto te han entrado ganas de irte corriendo a uno de estos cafés temáticos, no es necesario viajar hasta Asia si no quieres, ya que en 2012 la iniciativa llegó a Europa a través de Viena, donde Café Neko se convirtió en el primer café de gatos de nuestro continente, al que le siguieron otros en Paris o Finlandia.
¿Y en España? Pues también tenemos nuestro propio Cat Café desde el año pasado. Se llama La Gatoteca, está en Madrid y es es la sede física de la Asociación ABRIGA; una Asociación sin ánimo de lucro que se ha creado para ayudar a los gatos sin hogar. Allí, como explican en su web, cobran por el tiempo de estancia con los gatos en logar de por la bebida, «la cual consideramos un aliciente más de la visita. Cada vez que acudes nosotros te invitamos a la primera consumición y, si quieres tomar algo más durante tu visita, puedes bajar en cualquier momento, servirte lo que desees, dejar una donación a la voluntad y volver a entrar con los gatos.»
Os dejamos unas fotos para que os hagáis una idea de lo chulo que es el sitio!
