¿Cuántas veces has sacado la lengua de pequeño, para enseñar orgullosísimo y orgullosísima que la tenías de un rojo más intenso que el de tu caja de pinturas gracias al «caramelo de palo» Kojak o a la enorme piruleta en forma de corazón que te acababas de zampar? ¿Y cuántas veces siendo niña has jugado a ser mayor pintándote los labios con estos caramelos? Es más, siendo ya mayorcitos, ¿a quién le han servido de ayuda estos míticos caramelos con sabor retro-vintage para olvidar las ganas de fumar?
Pues todos estas instantáneas están en peligro de extinción debido a que Fiesta, la compañía de las famosas marcas Kojak, Freskito, Lolipop y Tico Tico, está atravesando graves problemas económicos que le han llevado a iniciar un proceso de liquidación a petición propia ante la imposibilidad de cumplir el convenio de acreedores aprobado, según ha acordado el Juzgado de lo Mercantil número 4 de Madrid con fecha 22 de septiembre y que este martes recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE).
De esta forma, el juzgado ha acordado la suspensión de las facultades de administración y ha declarado disuelta Fiesta S.A., cesando en su función a sus administradores, que serán sustituidos por la administración concursal, que ha sido repuesta en el cargo.
¿Supone esto el fin de la famosa empresa de caramelos? Parece ser que no; ya que fuentes de Fiesta han asegurado que la liquidación es el paso anterior a que la compañía sea comprada por otra que garantizará su viabilidad económica. Tal y como se ha informado en prensa, en los próximos 10 días, toda persona interesada en la fábrica puede personarse y puede presentar su oferta por escrito.
La compañía madrileña es de origen puertorriqueño y fue fundada en 1965. Está ubicada en la localidad madrileña de Alcalá de Henares, en una parcela de 26.800 metros cuadrados, donde prestan servicios actualmente 145 trabajadores y presenta un volumen de negocio aproximado de 20 millones de euros. Además cuenta con una destacada presencia en los mercados internacionales.