Recientemente se han publicado los resultados de los primeros estudios científicos que empiezan a demostrar la eficacia de potenciar el sistema inmunitario para «reducir tumores sin la toxicidad de la quimioterapia» y, si los resultados continuan siendo igual de alentadores, parece que el furuto del tratamiento del cáncer irá en esta dirección, bajo el nombre de inmunooncología.
Entonces, cada vez resulta más evidente lo importante que resultan nuestros hábitos cotidianos (alimentación, deporte, control del estrés…) en el hecho de mantener un sistema inmunitario fuerte, que nos ayude a prevenir ciertas enfermendades y a combatir las que podamos adquirir.
Así, con respecto a la alimentación, han surgido diversos estudios que apuntan que tanto el vino tinto, como la cúrcuma, pueden ser unos buenos aliados que complementen el tratamiento médico de esta enfermedad.
En el caso del vino tinto, investigadores canadienses han descubierto que el vino tinto es más eficaz que el blanco a la hora de detener el avance del cáncer. Según la investigadora Litsa Tsiani: «Los cinos tintos y blancos son capaces de inhibir el crecimiento de células de pulmón con cáncer». Todo ello teniendo en cuenta que se habla de un consumo moderado de vino.
Por otra parte, el Jonsson Comprehensive Cancer Center de UCLA, realizó un estudio, cuyos resultados apuntaban que la cúrcuma desencadena un mecanismo que inhibe el patrón de células cancerosas presentes en la saliva que hacen que el cancer de cuello y la cabeza se desarrollen.