Patatas bravas

Lavamos las patatas y las pelamos. Cortamos cada patata a lo largo y cada mitad otra vez a lo largo, después cortamos cada cuarto en varios cubos. Vamos poniendo los cubos cortados en agua fría.

Lavamos bien los cubos de patata hasta que el agua salga transparente, así conseguiremos eliminar parte del almidón que tiene la patata. Las escurrimos y secamos bien con papel absorbente.

Ponemos abundante aceite en un cazo o freidora y calentamos suavemente hasta unos 90º, la idea es que primero se confite la patata y luego se fría. Si no tenemos termómetro de cocina, echaremos una patata y comprobaremos que no burbujeee en exceso. Echamos las patatas a temperatura suave durante 10 minutos, la movemos suavemente de vez en cuando para evitar que se nos peguen en el fondo. Podemos comprobar que la patata está en su punto cuando pinchemos con un cuchillo y entre con facilidad pero tampoco se nos deshaga la patata, eso querría decir que nos hemos pasado de cocción.

Subimos el fuego al máximo para conseguir que el aceite llegue a unos 190º. Dejamos las patatas a esa temperatura un par de minutos hasta que estén ligeramente doradas.

Sacamos las patatas sobre papel absorbente y seguidamente las ponemos a punto de sal.

Acompañas las patatas de salsa brava, mayonesa de ajo y un poco de pimentón picante (o normal si no nos gusta el picante) espolvoreado por encima.