Elaboración
El pesto es una salsa típica italiana que tiene como base la albahaca y que suele ser usada para acompañar a la pasta. Otros ingredientes típicos de la receta clásica son piñones, aceite de oliva virgen extra, ajo y queso parmesano o pecorino.
El origen de la palabra pesto proviene del italiano pestare, que significa machacar ya que la forma tradicional de elaborar esta salsa es machacando sus ingredientes en un mortero. Nosotros usaremos una batidora por comodidad, rapidez y porque conseguimos una salsa de igual calidad que usando mortero.
Nos gusta echar al pesto una pequeña cantidad de zumo de limón para evitar la oxidación de las hojas de albahaca y poder preservar el color verde intenso, además el zumo de limón es un potenciador de sabor natural y ente caso el resultado es excelente.
La salsa pesto aguanta en el frigorífico sin problemas 4-5 días y podemos congelarla perfectamente.
- 1Lavamos las hojas de albahaca y quitamos el tallo. El queso parmesano lo rallamos o cortamos en trozos pequeños para facilitar el batido. El ajo lo pelamos y le quitamos el germen que tiene dentro (si queremos que no repita nada tenemos que escaldarlo tres veces desde agua fría, cambiando cada vez el agua y luego enfriarlo en agua y hielo).
- 2Ponemos todos los ingredientes en una batidora y trituramos durante un par de minutos hasta conseguir una salsa homogénea. Si nos gusta una salsa más rústica y que hayan trozos podemos triturarla menos o usar un mortero.
- 3Guardar en frío hasta el momento de su uso.